domingo, 3 de mayo de 2015

Detecta la depresión en tus hij@s





Hola querid@ lector/a esta entrada vamos a dedicarla a uno de los trastornos afectivos que están más presentes en la actualidad, la depresión.


Hay bastante literatura sobre si la depresión se da en la infancia y juventud, se descartaba, entre otras cosas, por la falta de madurez, dando por entendido que no se podía presentar dicho problema.
Tras varios años de estudios se ha llegado a la conclusión que dicho trastorno si está presente y comparte algunos criterios para el diagnóstico de depresión en adultos, salvando algunas diferencias, debido a los diferentes momentos evolutivos.


¿Cuáles son los motivos de consulta que pueden enmascarar una depresión infantil?

En la mayoría de los casos, cuando un adulto acude al servicio de psicología o psiquiatría tiene más facilidad para verbalizar los síntomas; cuando empezaron, frecuencia, a qué lo atribuye...Cuando presentan una depresión, muchas personas la reconocen o intuyen que ese es su problema porque reconocen una serie de síntomas tales como: tristeza, llanto, apatía, ideas autolíticas...

En cambio en la infancia y adolescencia la tristeza puede ser sustituida por la irritabilidad. A continuación ponemos los motivos de consulta más comunes que pueden enmascarar una depresión.

1. Cambios de humor distintos y duraderos:

Los padres suelen detectar un cambio importante en el estado de ánimo y conductual de su hij@.  Observan que se encuentra infeliz, llora mucho o reacciona con mucho enfado y rabia ante provocaciones mínimas.

Es importante diferenciar los cambios de humor, si son mayores de dos días, es muy diferente a un estado de tristeza ocasional o de irritabilidad que pueda ser consecuencia de un cambio o una pérdida.

2. Problemas escolares

El bajo rendimiento académico, problemas de absentismo y el fracaso escolar es una triada muy común en la depresión infato-juvenil. Aunque en ocasiones el deterioro académico se da antes del desarrollo de la sintomatología propia.

Suele disminuir el interés por el progreso académico, dificultad para concentrarse, prestar atención en clase, hacer deberes, pérdida de motivación y energía. Algunos se sienten tan alterados que abandonan la esperanza de alcanzar cualquier éxito académico y pueden dejar de asistir a la escuela.

La depresión es el diagnóstico más común en los alumnos que no quieren asistir a clase.

3. Conflictos familiares

La irritabilidad que presenta el joven puede potenciar interacciones insatisfactorias con sus padres y/o herman@s.
Los problemas pueden aparecer porque ha disminuido el rendimiento académico, los padres se preocupan, alarman, enfadan causando un empeoramiento en dicho área. 

Incluso hay conflictos con los roles porque debido a la depresión el joven no puede hacerse cargo de las funciones previamente asignadas.

Por otro lado, en particular los adolescentes, en su búsqueda por enfrentar su creciente disforia suelen pasar más tiempo en grupos de amigo, no realizan las tareas escolares, experimentan con su sexualidad, consumen drogas...


4. Crisis suicidas

En este caso nos referimos a los adolescentes. No es raro que el motivo de consulta sea por una crisis suicida. 

Dicha crisis puede estar relacionada de manera directa o indirecta con la expresión de pensamientos o ideas suicidas, o de una forma de comportamiento autolesiva que oscila desde la autolesión no suicidad (rasguños superficiales...) hasta atentados graves contra su vida, acompaña del deseo expreso de morir.

No todos los jóvenes con crisis suicidas presentan trastornos del estado de ánimo.

5. Incremento de abuso de sustancias

Como hemos referido en el apartado 3, en un intento por enfrentar su creciente disforia intoxicándose con sustancias.

Por ejemplo, el consumo de la marihuana es común en adolescentes deprimidos, cuando los padres lo descubren suelen 
acudir a la consulta.

El hecho de tomar marihuana no implica que haya una depresión, ni tod@s l@s adolescentes deprimid@s la consumen.



6. Sintomatología somática.

Acuden a consulta por síntomas somáticos (dolor de cabeza, fatiga crónica...). La depresión puede ser un estado comórbido con otra enfermedad (diabetes mellitis) y tratamientos médicos (anticomical).

Es importante descartarlo para diferenciar la presencia dichas complicaciones, y así diferenciar la patología real de la depresión.

La depresión es una enfermedad grave, es muy importante prevenir y atenderla a tiempo porque el pronóstico es más favorable. 

Espero que estas indicaciones te faciliten la detección de una posible depresión y así ayudar a esa persona a que consulte  con un especialista.

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Muchas gracias por vuestra atención.Nos vemos en la red.

Bibliografía:

Shaffer, D. & Waslick, Bruce (2003). "Las múltiples caras de la depresión en niños y adolescentes". Ars Medica