lunes, 18 de mayo de 2015

La familia, el soporte de nuestro desarrollo emocional


Hola querid@ lector/a en este post vamos a hablar de un fenómenos que se desarrolla en la infancia hasta la mitad de la veintena, se trata de la Neuroplasticidad. Vamos a conocer un poco más sobre dicho fenómeno y su implicación en el desarrollo del ser humano que hoy conocemos por diversos estudios psicológicos


Me gustaría hacer un guiño a aquellas situaciones en las que etiquetamos a los más pequeños, creemos que no van a poder cambiar. Ellos tienen el potencial, pero toman lo que hay en su ambiente. Si su entorno genera un cambio él lo hará, más rápido y de manera más efectiva. Pero si le etiquetamos responderá a nuestras expectativas de comportamiento y no desarrollará su potencial.

Todos hemos sido niños :)


Gracias a la neurociencia sabemos que el cerebro de los peques experimenta un gran crecimiento que continúa hasta los 25 años aproximadamente. Dicho crecimiento se denomina neuroplasticidad.




¿Que quiere decir neuroplasticidad?

La plasticidad neuronal o neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro para formar nuevas conexiones nerviosas, a lo largo de toda la vida, en respuesta a la información nueva, a la estimulación sensorial, al desarrollo, a la disfunción o al daño. La neuroplasticidad es conocida como la “renovación del cableado cerebral”.


¿Qué implica la Neuroplasticidad en nuestro desarrollo emocional-social?

Gracias a dicho fenómeno el desarrollo las conexiones neuronales, las redes que transportan nuestra información, dependen en gran medida de las experiencias diarias del niñ@. En particular son potencialmente poderosas sobre el crecimiento de los circuitos neuronales sociales y emocionales.

Por ejemplo, los niñ@s que aprender a gestionar su nerviosismo y se tranquilizan, los circuitos neuronales encargados de dominar la angustia son más fuertes, si el niñ@ no desarrolla dichos mecanismos es más probable que actúen siguiendo sus impulsos agresivos o que tengan problemas para tranquilizarse cuando están alterados. 

La familia, la base de nuestro potencial

La base segura la proporcionan los padres, lo que le permite al pequeño que su cerebro funcione al máximo rendimiento.

Psicología y Bienestar Emocional
Psicología y Bienestar Emocional

El cerebro de un niñ@ es una esponja precisamente gracias a la neuroplasticidad. A lo largo de nuestro crecimiento nuestro cerebro va desarrollando sus conexiones interneurales (nuestro aprendizaje). Es un momento único para ayudar al niñ@ a gestionar sus emociones y a comprender su mundo interno acorde a su momento evolutivo.

El núcleo familiar proporciona las primeras experiencias vitales, las reacciones de sus padres ante el estrés son claves en el aprendizaje. Ante un núcleo que gestiona adecuadamente el estrés, ,el niño aprenderá a interiorizar este proceso como algo que forma parte de la vida y a su vez desde esa comprensión desarrollará o tomará estrategias adaptativas.
Por el contrario si su modelo, o uno de sus modelos principales no hace una buena gestión, reaccionando de manera desproporcionada con ataques de ira, voces, golpeando algún objeto, llorando, dramatizando la situación y situándose en una posición de "víctima" no puede exigirle al niñ@ que no tenga rabietas o que no llore cuando un compañero se mete con él (por ejemplo).

La idea de este post es crear conciencia y empoderamiento. Desde el núcleo familiar se pueden crear los cambios necesarios para crecer de manera saludable y potenciando el desarrollo de pequeño, de los adultas y de la familia en conjunto.

Nosotros desarrollamos actualmente un programa de inteligencia emocional basado en las investigaciones de Linda Lantieri, Danniel Goleman y Elsa Punset.

Los resultados son muy bueno porque trabajamos con los pequeños y a la vez con los padres, generando cambios en las rutinas que proporcionan bienestar en la familia.