Hola querido lector:
El artículo de hoy irá dirigido al equipo sanitario que trabaja en las plantas de onco-hematología. Su contexto laboral recoge unas características muy específicas, el Psicooncólogo trabaja para cuidar el estado emocional de estos grandes compañeros y profesionales.
Los profesionales que trabajan en esta disciplinan se enfrentan día a día con el sufrimiento tanto físico como emocional del paciente y su familia, conocen a las personas que están en su planta, muchas veces se interesan por su vida, sus hobbies, comparten experiencias muy enriquecedoras entre paciente y sanitario. La muerte siempre está rondando, ya sea en forma de preocupación o porque haya fallecido una persona.
Además de todo esto, también se comparten muchas alegrías, como por ejemplo cumpleaños de pacientes, incluso bodas, fotos de los hijo y nietos, hemos colado a los hijos para que viesen a su padre y por supuesto nos alegramos de todo corazón cuando un paciente se recupera...
Como ven es un trabajo en el que la profesionalidad está por encima de todo, y el valor humano es inherente en la realización de su labor diaria.
Los profesionales nos vamos "empapando" de todas las historias de la gente que pasa por la unidad, y poco a poco, es muy fácil que sin querer nos impliquemos emocionalmente. Cierto grado de implicación es normal, el problema es cuando nos supone un obstáculo en el día a día, y no me refiere sólo al desempeño laboral, sino también al personal.
El estrés siempre está presente en la mayoría de los trabajos, es el "motor que nos mueve", pero si dicho motor se revoluciona y no descansa bien, se terminará "quemando", así es como se llama uno de los riesgos laborales de este tipo de trabajo "burnout"
El "burnout" se caracteriza por el agotamiento emocional, por ejemplo: si el sanitario no se encuentra con recursos para canalizar las emociones que le generan su trabajo, la "sobrecarga" emocional, le conducirá al agotamiento.
Por otro lado, la despersonalización. Este es el claro ejemplo del sanitario que nos contesta "borde", dan sensación de ser insensibles... Este comportamiento es una manera de tomar distancia para protegerse así mismo.
La tercera característica es la falta de compromiso personal, que deriva de todo lo que se ha expuesto. En mi opinión, cualquier persona que este sufriendo "burnout" no puede rendir al 100%, porque personalmente no se encuentra bien.
A parte de lo comentado, existe un segundo riesgo laboral que se da únicamente entre el sanitario y el paciente, se trata de la fatiga por compasión, es un fenómeno que a la larga puede conducir al síndrome de "burnout". La fatiga por compasión se puede dar cuando estamos expuestos continuamente a situaciones traumáticas (o tal vez no son tan traumáticas pero las vivimos como tal). Desde la compasión entendemos al que sufre con pena, y deseamos poder ayudarle para no sufrir. La continua experiencia "mal estructurada/experimentada emocionalmente", puede llevar al sanitario a abandonar su trabajo.
Por supuesto, que esto es común y muy lógico en una unidad a veces tan dura como oncología, por eso es vital que el equipo sanitario aprenda técnicas para canalizar sus propias emociones. Estos sentimientos deberían ser "nuestras alertas" para buscar una solución.
Desde la Psicooncología se estudia para ayudar a los profesionales (incluido los psicooncólogos) para que continúen desempeñanado su trabajo, entre otras cosas porque la mayoría disfrutamos de este trabajo. Los pacientes "nos enganchan", buscamos la manera de facilitar su estancia hospitalaria, trabajamos para mejorar su calidad de vida...
La labor de un equipo es fundamental en las unidades de onco-hematología, pero sobre todo es muy importante que las personas que lo integramos estemos bien a nivel emocional.
Enlace de interés
http://www.psicociencias.com/revista/boletines/Burn-out%20y%20desgaste%20por%20empatia%20en%20profesionales%20de%20cuidados%20paliativos.pdf
Gracias por vuestro tiempo.
Nos vemos en la red
El artículo de hoy irá dirigido al equipo sanitario que trabaja en las plantas de onco-hematología. Su contexto laboral recoge unas características muy específicas, el Psicooncólogo trabaja para cuidar el estado emocional de estos grandes compañeros y profesionales.
Los profesionales que trabajan en esta disciplinan se enfrentan día a día con el sufrimiento tanto físico como emocional del paciente y su familia, conocen a las personas que están en su planta, muchas veces se interesan por su vida, sus hobbies, comparten experiencias muy enriquecedoras entre paciente y sanitario. La muerte siempre está rondando, ya sea en forma de preocupación o porque haya fallecido una persona.
Además de todo esto, también se comparten muchas alegrías, como por ejemplo cumpleaños de pacientes, incluso bodas, fotos de los hijo y nietos, hemos colado a los hijos para que viesen a su padre y por supuesto nos alegramos de todo corazón cuando un paciente se recupera...
Como ven es un trabajo en el que la profesionalidad está por encima de todo, y el valor humano es inherente en la realización de su labor diaria.
Los profesionales nos vamos "empapando" de todas las historias de la gente que pasa por la unidad, y poco a poco, es muy fácil que sin querer nos impliquemos emocionalmente. Cierto grado de implicación es normal, el problema es cuando nos supone un obstáculo en el día a día, y no me refiere sólo al desempeño laboral, sino también al personal.
El estrés siempre está presente en la mayoría de los trabajos, es el "motor que nos mueve", pero si dicho motor se revoluciona y no descansa bien, se terminará "quemando", así es como se llama uno de los riesgos laborales de este tipo de trabajo "burnout"
El "burnout" se caracteriza por el agotamiento emocional, por ejemplo: si el sanitario no se encuentra con recursos para canalizar las emociones que le generan su trabajo, la "sobrecarga" emocional, le conducirá al agotamiento.
Por otro lado, la despersonalización. Este es el claro ejemplo del sanitario que nos contesta "borde", dan sensación de ser insensibles... Este comportamiento es una manera de tomar distancia para protegerse así mismo.
La tercera característica es la falta de compromiso personal, que deriva de todo lo que se ha expuesto. En mi opinión, cualquier persona que este sufriendo "burnout" no puede rendir al 100%, porque personalmente no se encuentra bien.
A parte de lo comentado, existe un segundo riesgo laboral que se da únicamente entre el sanitario y el paciente, se trata de la fatiga por compasión, es un fenómeno que a la larga puede conducir al síndrome de "burnout". La fatiga por compasión se puede dar cuando estamos expuestos continuamente a situaciones traumáticas (o tal vez no son tan traumáticas pero las vivimos como tal). Desde la compasión entendemos al que sufre con pena, y deseamos poder ayudarle para no sufrir. La continua experiencia "mal estructurada/experimentada emocionalmente", puede llevar al sanitario a abandonar su trabajo.
Por supuesto, que esto es común y muy lógico en una unidad a veces tan dura como oncología, por eso es vital que el equipo sanitario aprenda técnicas para canalizar sus propias emociones. Estos sentimientos deberían ser "nuestras alertas" para buscar una solución.
Desde la Psicooncología se estudia para ayudar a los profesionales (incluido los psicooncólogos) para que continúen desempeñanado su trabajo, entre otras cosas porque la mayoría disfrutamos de este trabajo. Los pacientes "nos enganchan", buscamos la manera de facilitar su estancia hospitalaria, trabajamos para mejorar su calidad de vida...
La labor de un equipo es fundamental en las unidades de onco-hematología, pero sobre todo es muy importante que las personas que lo integramos estemos bien a nivel emocional.
Enlace de interés
http://www.psicociencias.com/revista/boletines/Burn-out%20y%20desgaste%20por%20empatia%20en%20profesionales%20de%20cuidados%20paliativos.pdf
Gracias por vuestro tiempo.
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