martes, 27 de enero de 2015

El estrés, un poder oculto infravalorado.


Hola querid@ lector@ en esta entrada vamos a hablar sobre algo que nos acompaña a todos lados y que es inherente a nuestra naturaleza de ser humano, el estrés.


El estrés está rodeado de connotaciones negativas, simplemente porque se le ha ido dando un significado que no es del todo correcto, para que te hagas una idea, "un cuerpo sin estrés podríamos decir que está muerto". De ahí, tomamos conciencia de lo imprescindible que es en nuestras vidas.


En esta entrada vamos a desvelar el verdadero significado del estrés, y en siguientes entradas vamos a diferenciar entre el estrés normal y el que daña o reduce nuestra capacidad de adaptación.

El estrés es el resultado de cómo me relaciono con el mundo, con los demás y uno mismo. Esta última es la relación más importante de tu vida, si tu no te encuentras bien lo proyectarás en tu entorno. Date el valor y el tiempo que mereces.


El estrés implica un cambio en los tres niveles de respuesta: a nivel fisiológico (acelera la respiración, mayor taquicardia...), psicológica y conductual para adaptarnos al cambio que ha sucedido.
 
Gracias al estrés nos adaptamos a los cambios o las situaciones inesperadas que se dan en la vida cotidiana o de manera menos común, nos ayuda a movilizar nuestros recursos y a buscarlos cuando no los tenemos, para resolver el conflicto.

¿Dónde comienza el estrés?

Este estado es algo subjetivo y muy personal. Todo se origina cuando percibimos una situación (te recomiendo el vídeo "mi realidad tu realidad"), una persona o un suceso como estresante. La misma situación puede ser percibida de una manera muy diferente por dos personas distintas. Es decir ante una misma situación, yo puedo percibirla como estresante y tu no. Incluso el momento personal en el que te encuentres puede determinar tu percepción y evaluar una misma situación como amenazante o no. De manera que la respuesta al estrés depende de los siguientes factores:

- La situación.
- La interpretación que hacemos de la situación.
- Los recursos o habilidades de que disponemos para enfrentarnos a ella.

¿En qué se caracterizan las situaciones estresantes?

Como decíamos al principio del post, el estrés se asocia con algo negativo, pero como bien sabes también aparece estrés ante situaciones muy buenas como casarse, practicar deporte, tener un bebé, ir a una cita con esa persona tan especial o incluso ver una película de miedo.

Podemos observar que las situaciones estresantes pueden ser tanto negativas como positivas, lo más curioso es que ambas exige al organismo adaptarse al cambio y poder generar los recursos necesarios para enfrentar las situaciones.


En resumen, provoca estrés todo aquello que implique: un cambio en la situación, una novedad, algo nuevo que suceda, la pérdida de algo, la falta de información sobre lo que puede pasar, la incertidumbre y la falta de habilidades ara hacer frente y manejar una determinada situación.

Es muy interesante conocer el lado bueno y malo del estrés para poder atribuirle connotaciones positivas. Realmente es como un "superpoder" si se canaliza bien, pero sino puede destruirte.

Sigue mi blog para descubrir nuevas herramientas y potenciar tu poder!!!

Muchas gracias por vuestro tiempo, si os gusto el post, dame un g+, comparte y comenta.

Nos vemos en la red